viernes, 30 de abril de 2010



























































































































































































































:: al infinito y más allá !

:: mis tulipanes





New York. Mahatan 1.


New York se empeña en seguir recibiendo al grupo de viaje de arquitectura rasposamente: lluvia, humedad y unos 8 grados de temperatura. Llegamos y ni bien agarrás las valijas quedás ahí: a la merced de un taxi, un bus o un trencito, que es un servicio del JFK a modo de expulsarte más cómoda y rápidamente a la ciudad. Al aeropuerto nos fueron a esperar un par de amigos. Lindo ver las casitas de madera repetidas solo cambia algún color, cortina, etc., a pesar de las críticas me gustó. Tomamos el metro, viaje largo hasta Manhattan.
No sé que me pasa con Manhattan. No me impactaron los rascacielos, pero todo el tiempo hay algo con qué distraerse / una vidriera, un perro gigante, un paraguas con cámara de aire, un negro de película /. Es muy prolijo, extremadamente limpio, hasta la basura está ordenada!. Me encanta la herencia holandesa de tulipanes en la ciudad, definitivamente son surreales. La 5ta avenida tiene muchísimos, a nadie le gustaron tanto como a mí!. Al Central Park tengo que volver en estos días, pero con sol y cielo azul por favor!. Comimos hot dogs, es mentira que son tan placenteros!. Pican mucho.. y no es producto de las salsas.
El subte personalmente creo que es todo un tema. Para mí hay dos ciudades, una abajo y otra arriba. La perfección de los tulipanes no queda bien con el humito ni olores que salen de las alcantarillas de ese submundo, que lo tiene todo, imposible sentirse raro.... mucha diversidad, negros / chinos / japoneses / muñequitos bien vestidos / mexicanos / uruguayos / punks / gordos / el subte lo tiene todo: agua estancada / mugre / pintura descascarada! / pobres ricos / no tiene distancias / es rápido / fácil / muy útil / económico. Cosmopolitana. N.Y. City me deja tibia y deslumbrada y desilusionada y me vuelve a deslumbrar.
Es N. Y.!, donde empiezan y terminan todas las películas, cualquier mediocre cinéfolo no tiene más opción que amarla y ahí me conquistó, amé entrar a la Grand Central Terminal, caminar por Central Park, la 5ta avenida, los edificios apartamentos de tantas películas. Me divierten esas asociaciones, buscando una N. Y. escenario!.
La Estación Central es sublime. Es mucho ver 114 metros por 36 sin ningún turista caminando (el hall tiene unas cintitas que impiden el paso). Lo agranda y me gustó ese efecto, se lo merece!. El contraste entre la precisión de la perfección del reloj y el mugriento subte del fondo, me resultó atractivo. El Museo Metropolitano es para pasarse horas, hermoso ver Klee / Close / Andy Warhol / entre tantos. Los rascacielos no me impresionaron ni las luces de Times Square, son luces al fin, amontonadas con arquitectura como soporte.
Estamos en Estados Unidos, me lo recuerda a cada instante las dimensiones y los símbolos. Los taxis son grandes, el café es largo, la coca chica es mucha, los paraguas gigantes, las magdalenas, las galletitas, todo es big!. Hay banderitas en todas partes (subte, bus, edificios).
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Y como Laucha que soy, acá van mis críticas: las magdalenas exquisitas, con un toque de limón! y no de vainilla como en Uruguay / las galletitas yankees clásicas tienen un chocolate intenso y una masa suave, incomparables a los Pepitos! riquísimas! / los hot dogs son un pancho más grande, con picante en la "carne" y salsas inexpresivas, queman por un buen rato / los chicles típicos son ricos, me habían dicho otra cosa y no estoy de acuerdo, el sabor dura mucho más y no endurecen, eso es bueno en un chicle! / las hamburguesas de Mc Donalds no merecen nada, iguales que allá / starbucks coffee agradables, ricos, económicos, mala atención / mi capricho personal: una tienda que tiene dulces perfectos al menos a la vista!.