jueves, 20 de mayo de 2010

lunes, 17 de mayo de 2010

:: Bye bye USA! Kon'nichiwa Japón!

(faltan las fotos, ya lo sé!)

San Francisco para mí fue un paréntesis en Estados Unidos. Una escala distinta, humana y físicamente. Es una ciudad de subidas y bajadas enredada de cables, son raros y locos, eso me encantó. Una ciudad en ese contexto / no se camina cómodamente! / lo cual la da un plus. El paisaje se renueva constantemente, aparece desaparece la bahía, las calles se empinan se caen suben. La perfección manhattiana me paspó y me fui con la sensación que tuve suficiente de esa ciudad. En San Francisco conservan calles de adoquines en la rambla! Y conservan algo mucho mejor: el cable car.
Es una ciudad con gente rara, muchos personajes por todas partes, de los que buscan alguna moneda y bueno, los que son así simplemente. Un par de negros vestidos de blanco y negro, hacían tap donde tomamos el cable bus, una chica bailó con ellos. Un tipo bastante mayor, con bigotes al estilo Dalí quizás (¿), tocaba alguna canción. Un borracho miraba tirado en el pasto el puerto 39. Una placita repleta de extravagancia. En San Francisco hay muchas licorerías. Y vi dos cosas que merecen escribirse en mayúsculas: DOS PROTESTAS Y UN MONUMENTO RAYADO!!. La primera vez que vi eso en Estados Unidos y claro, como lo están pensando: las proptestas son como en la tele, con pancartas todas iguales / impresas / uno gritando con un megáfono / otros repitiendo lo que el líder vocifera / hasta cómico. Fantástico. En San Francisco viven personas como donde yo vivo: que menosprecian su ciudad / graffitean paredes / protestan! /. Por eso San Francisco ganó todos mis galardones.

Los Angeles.

No escribo casi de Los Angeles. Estuve menos de un día. Solo me quedó la imagen de autopistas salpicadas de ciudad. Horrible. Claro que me colgué con el Bvar. Hollywood y las estrellitas, todos tenemos un lado de fascinación con la farándula (mmm o no?). Me divirtió la gente disfrazada. Vi a la Fiona más fea que pude imaginarme, un par de copias humanas en cera espectaculares, Superman y sus chicas maravillas, uno de Star Wars (no recuerdo el nombre), los de Toys Story, Marilyn Monroe, mucho Michael Jackson. Lo mejor de lo mejor: Fraddy!!. Después de mirarlo un verano entero. Me reía sola como una desquiciada y hacía lo mismo que el Spiderman uruguayo, con su mano de hierro claro. Lástima que era tan enano!. Freddy NUNCA sería de mi estatura!.

Y Laucha se va de USA.

Algo Laucha: Estados Unidos tiene comida plástica. Ni idea tenemos de lo bien que podemos alimentarnos, porque hasta nuestro jamón más barato es más rico, hasta nuestro queso más pichi es natural. Los bizcochos tienen harina y levadura, acá estoy segura que no (nada puede permanecer fresco días y días!). Manhattan tiene fruta accesible en precios y físicamente, el resto de las ciudades que conocí no es así. Son caras y difíciles de encontrar. Una cajita con unos pedacitos de varias frutas 4 dólares. Una hamburguesa 1 dólar. Así es: cómo no se va a concentrar la perfección en Manhattan y viceversa en otros lugares?.
Me asombró cómo las gaviotas andan en Chicago, en San Francisco, entre la ciudad y me quedé con la idea de que les encanta posar para las fotos. Vi a un pajarito negro con alitas rojas y quedé triste de no poder fotografiarlo. Fue quedarme tranquila, sentada, como algo más de la ciudad y el pajarito apareció y se dejó sacar varias fotos. Las gaviotas son lo más garronero que vi. Un indio o hindú según un amigo, ni idea y no voy a googlearlo, estaban sentados a un par de metros de mi: vino una gaviota pispeando qué hacían, vinieron dos, no tuvieron mejor idea que darles un poquito de algo y tuvieron 10 a su alrededor. Luego hasta se quejaban sino les daban algo y no les da miedo que te pares!. En San Francisco también vi varias.
En el viaje uno va perdiendo la idea de los días. Es raro, siento que hubiera viajado meses. Será por la acumulación de información (¿). Los aeropuertos dan mucho menos miedo. Uno llega a un hostel y enchufa todo (cámara, pc, cel, mp4) / pregunta si hay internet y desayuno / testea el baño, la cama, la privacidad. Uno llega a un aeropuerto y me di cuenta que hice lo mismo: enchufé cosas, pregunté si había internet, fui al baño, miré las sillas, dónde quedaba más aislada y con menos luz, me dormí, desayuné (al revés). Aunque parezca verosímil para todos y lo hagamos con tanta naturalidad, a mí me pareció loco apropiarme de un lugar así tan fácilmente. Recalco: un lugar así.
Gracias a todos por los mails. Leí cada uno y lamento realmente no poder conestarlos!. Pero manden, que llegan y son muy bienvenidos!. Voy rumbo a Asia!!! / va dicho en un grito de locura y rareza al estilo San Francisco.
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laucha
(ya estoy en Japón iuuhhhhiooo!!, soy la única que lo repite como desquiciada!)
PD: todos deberíamos pasar por Japón para aprender amabilidad!.

:: chicago ... las vegas































Voy rumbo a Tokyo en un vuelo de 13.55 hrs, luego de un vuelo desde Los Angeles a New York de 5 hrs. Con un impass de 6 hrs en el aeropuerto. Evidentemente la mayoría de las personas se ponen de mal humor en los aeropuertos, Laucha ni bien empezó a sentir sueño, simplemente se durmió (bien Lau!).

Luego de New York fuimos a Chicago, una ciudad mucho más humilde que New York. A mí me encantó. Las personas se cuelgan con cosas sencillas y tontas, como unos prismas de vidrio adosados a una torre que vuela 400 m y todos / niños adultos extranjeros / se animan a pisar el vidrio, mirar abajo, hacer macacadas, sacarse muchas fotos. Disfrutan!. La gente se cuelga con Gate Could apodado por nosotros como poroto espejado. Otra vez, la gente se mira, se hace zoom, pasa por debajo, hasta menosprecian a la obra de Ghery (me incluyo). Disfrutan!. Y así con la fuente, que para mí alejada está del concepto de fuente (por suerte). La gente se descalza, toca el agua, vuelven a posar otras mil veces, se sienta entre esos dos volúmenes que vuelcan agua. En el Park Millenuim, en la rambla, la gente pesca, se sientan, miran el agua, hacen deportes, caminan. Hasta las gaviotas están felices, les juro. Y justamente eso me gustó de Chicago, la gente se apropia, no es una ciudad que te hace sentir parte o uno más. Uno en Chicago disfruta y se cuelga y camina dos pasos para colgarse otra vez.

En Chicago hay niños (nadie me lo reconoció pero estoy convencida que en N.Y. Manhattan escasean!), hay pordioseros!. Los trenes dudosos de estabilidad pasan por entre la ciudad. Los tulipanes no son perfectos, se deshojan. Y ese fue el atractivo de Chicago, lo humano, la imperfección, Chicago es más relajada, más humilde, más disfrutable.

Luego de Chicago partimos a Las Vegas, viajar entre colinas y ver los molinos de viento, un paisaje precioso. Las Vegas es una ciudad para hombres, llena de putas pagas, un lugar de liberación. Estuve dos segundos parada en la puerta del hostel, vestida de jogging y con dos maletas a mi lado (nada sexy ni provocativo) y dos tipos pasaron y los dos tipos me miraron como si pudieran hacer conmigo lo que se les antojara (por favor!). Y cuando digo lugar de liberación, es porque es donde todo está permitido: fumar adentro y tomar en la calle. Es patético. La gente se revienta. Agradezco vivir en una sociedad mucho más permisiva sin tener que viajar a otra ciudad para tomar alcohol en la rambla con amigos. Solo eso. Salí una noche y suficiente.

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laucha :)
(ya sentada en mi tatami)

miércoles, 5 de mayo de 2010

martes, 4 de mayo de 2010

:: las hojitas flotaban en el aire + la casa de la paspada




Salimos de New York rumbo a Chicago, previo desvío por la Casa de la Cascada. Nos desviamos para ir al baño y llegamos a un pueblito (no recuerdo el nombre). No sé cómo ponerlo en palabras, es un pueblo perfecto. Para mejor entender: los cordones son de MADERA. Imaginan eso? Cordones de madera. Casas de dos pisos, pocas de ladrillo visto, jardines cuidados, personas amables. Entramos a un restaurant lujoso para ir al baño y ni dudaron en decirnos dónde quedaba. En el estacionamiento un yankee (ya cambió un poco la imagen manhattiana de cuerpos perfectos y empezamos a cruzarnos con personas más gorditas!) nos decía que las mujeres podíamos ir durmiendo 4 o 5 hrs, la mujer de él nos decía que estaba loco y él lo afirmaba. Pueblo perfecto, pueblo de película de terror.
Hicimos un poco más de ruta y buscamos por horas un hostel en un pueblito llamado Conells Bill (creo) precioso. Vacío. Solo autos. Velas detrás de algunas ventanas. Y para variar, casas como las que vemos en las películas!. Sin lugar a dudas, estos estadounidenses no tienen más fuente de inspiración que su lineal realidad. Los pueblos son como los muestran: tienen bares alejados del pueblo con vehículos parados afuera!!, graneros gigantes, lugares gigantes donde venden autos, y lo reconozco los hots dogs han mejorado notablemente. No apareció nada y a las 2 de la mañana nos resignamos a dormir en la camioneta y auto. Los que me conocen, saben que eso para mí no es ningún problema. Fui la única que durmió tanto en el viaje y la única que durmió las 5 hrs en la camioneta sin despertarse una sola vez. No sé por qué pero esta camioneta es súper cómoda, tiene detalles bien yankees; como arriba del conductor para guardar los lentes de sol. Práctico, lindo, simple, útil.
No sé cómo será el resto de USA, pero por lo poco que he estado y recorrido, entiendo mucho más ese fanatismo por este país. Los caminos donde circulamos son hermosos también. A los costados las hojitas parecen flotar. Frenamos y escuchamos entre la oscuridad el ruido de la cascada.
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Algo Laucha: en las estaciones de servicio primero te dan la comida y después pagás, casi no controlan o eso parece. Tomé café con leche y tienen unos cositos que podés ponerle el sabor que quieras: frutilla, vainilla, chocolate, café negro, etc. Probé con chocolate y queda muy rico!. Comimos 2 hot dogs por 1 dólar, una ganga y mucho más ricos que los de Central Park, solo con kétchup y mayonesa. Las golosinas que probé están bien, venden tortas y magdalenas empaquetadas, no sé que les ponen pero siempre están como recién hechas!. La fruta se consigue mucho más fácil de lo que pensé: 5 bananas por 1 dólar. Te venden el melón ya cortadito y te lo dan con un tenedor y servilletas (en la calle) o ensaladas de fruta (no es más que fruta cortada y cada uno elige lo que quiere ponerle: frutillas, melones de 2 tipo, sandía, mango, banana, manzana, ananá, etc.). Comimos en un lugar donde la comida es por peso y había carne salada dulce, para mí un placer y los macarrones con queso, recomendados.
La Casa de la Paspada.
Me emocioné a los dos minutos de estar en la Casa de la Cascada. Dimos muchas vueltas previas para llegar, muchos enojos y berrinches, mucha mucha cara larga. Nuestra primera noche en camioneta fue todo un tema; la mayoría de la gente no puede dormir aquí. Agradezco ser una excepción en ese sentido!. Es increíble, a pesar de mis proporciones distintas.
El Gughengeinm me gustó. Las obras constantemente están en exposición y uno siempre en movimiento, excepto en esos recovecos pequeños. En dos museos exposiciones con videos y música / será una moda. El edificio desvía la atención de las obras y a la vez las reposiciona constantemente. Se miran a un metro y de repente a 8 metros. Ese constante cambio para el arte, me gustó. No me encantó. La Casa de la Cascada (de la Paspada, según el subconsciente de un amigo después de tantas vueltas); me emocionó.
Las vueltas previas no son más una manera de acomodarse a lo que uno le espera. Los caminos limitados por árboles finitos bien verdes, las casas de las granjas, los graneros cada tanto, el olor. Todo es un preámbulo. La Casa de la Cascada utiliza unos pocos recursos repetidos que de manera maravillosa asombran una y otra vez. Wright utilizó materiales de la zona, como piedra y madera y en vez de hacer una casa que mire la cascada (postura natural para la contemplación) incorporó la cascada a la casa. Le exigieron que hiciera el proyecto, porque visitaba el lugar pero no dibujaba nada. En 6 hrs tuvo todos los dibujos.
El estar / comedor es un espacio único con sillones en los perímetros. Todo una novedad para hace 80 años, que los espacios eran divididos estar / comedor / recibidor. Tiene un hueco en el estar que básicamente está como tapado por dos techos; imaginemos una claraboya dentro de la casa, si abrimos la claraboya podemos pescar, pescar en casa sin mojarnos! (el agua corre por debajo de la casa). El piso es de piedra y la casa se apoya sobre ésta, incorporándola en algunos espacios como la cocina. Todo tiene terrazas. Los muebles y el piso también son diseño de Wright. Las ventanas no tienen protecciones así se logra mayor continuidad interior / exterior. Intención que se refuerza dividiendo los cielorrasos de los dormitorios; más elevados donde está la cama y bajan cuando se acercan a una ventana, acentuando el paisaje y la continuidad con el mismo. Hay ventanas esquineras que no tienen parante vertical en el punto de encuentro de las dos paredes, así logra que las ventanas al abrirse muestren el paisaje sin cortarse y de una forma menos plana a la clásica ventana abierta en un plano. Cuenta con 4 estufas y radiadores en toda la casa, que son de madera al igual que las llaves y tapitas de las luces.
Es una casa con 4 dormitorios; cada uno tiene baño y terraza. El segundo piso es el dormitorio del hijo del dueño de la casa, con una biblioteca y sostenedor de libro sobre la cama. El dueño de la Casa de la Cascada tenía esta casa para veranear y una con 29 dormitorios en la ciudad. Los dormitorios tienen un escritorio, una ventana que da hacia él entonces se recorta para permitir abrirla.
La casa de huéspedes recibió a Einstein!!. Ni más ni menos. Hay cuadros de Diego Rivera y lámparas de Tiffany. Esculturas en las terrazas, estoy segura que veneran el agua o la naturaleza (no sé si lo dijo la guía porque no sé inglés, pero fue mi interpretación!).
El exterior tiene una galería que asciende, cubierta por una lámina de concreto escalonada, uniendo la vivienda y la parte de huéspedes y servicios. Una obra de ingeniería que nunca necesitó un arreglo, escalonada para otorgarle más estabilidad ya que solo se apoya en los extremos en la vivienda y en la parte de huéspedes y en unos pilares esbeltos lateralmente.
La Casa de la Cascada es una obra que respeta y se acomoda a la naturaleza. Una sensibilidad única para con los espacios y la naturaleza, para la continuidad, para los sentidos. En toda la casa se escucha el sonido de la cascada. No dejo de pensar y de asombrarme con el hecho de que se proyectó hace 80 años.

:: redondeando new york city

Lo tan dicho acerca de que existen tantas verdades como personas creo es así. Existen tantas New York como turistas, como inmigrantes, como buscavidas. Un amigo se siente que un “uruguayo adaptado a un promedio de 4 o 5 pisos en una ciudad donde la principal avenida todavía sigue siendo parte del siglo XX, se siente mas chico, o inadaptado”. Es tan gracioso. Soy uruguaya. Y no solo eso, sino que viví 17 años en una ciudad más pequeña que Montevideo, con “promedio” de altura de edificios de (¿¡ es necesario aclararlo) un piso!. Sin embargo New York no me ha permitido sentirme inadaptada. Al contrario me absorbe y gusta cada vez más. New York puede es conquistadora, te hace sentir parte.
A raíz de ese comentario en el blog necesité que me aclarara. Me dijo que eso de “inadaptado” iba por el lado de que, aquí no se siente “normal”. Y es que en New York cabe todo. Qué sería lo normal en una ciudad cosmopolita?. Ser mexicano? Ser blanco, negro, moreno? Ser indio? Ser neoyorquino? Usar iPOD? Leer en el metro? Amar la ciudad? Qué es ser neoyorquino? Buscar suerte en esta ciudad? Como un marroquí de nuestra habitación. Buscar sexo? Lo más fascinante de esta ciudad ha sido esa diversidad. Se puede usar cualquier cosa, hacer cualquier cosa. Hoy en pleno Soho (barrio de diseño) un tipo se medía con una columna y se comparaba una y otra vez, nadie lo miró excepto yo. Aquí los perros entran a los taxis como uno más. Entran a las tiendas como si fueran un amigo, a tal punto que en algunos lugares es necesario aclarar que no pueden entrar. Entonces, para qué intentar definir algo en una ciudad como esta?.
Manhattan es hermoso. Es limpio, arriba hay gente linda, es ordenado. No desilusiona nunca. Por ejemplo, fuimos a la Estatua de la Libertad y si bien es más pequeña de lo que la muestran y con un color bastante más feo. No decepciona. Porque hay otras cosas que compensan. Así me ha pasado con toda la ciudad, es tan familiar por donde se la mire, que uno va lleno de pre imágenes (quien no conoce los íconos de Manhattan?), de no ser cumplidas hay algo más ahí para distraer la mente. La estatua de la libertad es verde, verde con oxido en algunas partes, no blanca. Así con tantos íconos, los exportadores de Mc Donalds finos por el mundo, tienen los más patéticos y horrendas sucursales en Manhattan. Compensan con un frappé o precios. Algo.
En Manhattan los latinos, principalmente mexicanos, solo sirven (servimos) para servir a los turistas y yankees. Para llenar espacios vacíos en el metro. Es una parte de ciudad tan elite que cada vez que salís te pasan un radar por debajo del auto, te hacen bajar, abren la valija, te superrevisan. Vas a salir por un puente y hay cámaras por todas partes. Manhattan es una excepción. Es tecnología. Es iPAD. Es moda. Es una cáscara. A un par de noches por irme, puedo decir que ya puedo irme. La ciudad me ha gustado, un buen balance, definitivamente es una excepción. Cuando salimos de Manhattan pasamos por Harlem, barrio de negros, una vez más tal cual lo hemos visto en tantas películas!. Un blanco cada 50 negros, negros adornados con cadenas, mujeres con vestidos largos.
En Manhattan es enfermizo ver a todos locos por un iPAD, es patético. Las caritas de felicidad, que dura hasta la próxima gran posible compra. Mientras estaba en Apple se me vinieron a la mente los hippies y sentí nostalgia. Maldición, tengo restos de smog saliendo por mi nariz!.
Cosas que me asombraron en Manhattan:
• La locura por la tecnología. Las expresiones.
• Los perros entrando a los taxis. Y los horribles perros miniatura que pasean.
• Los detalles simples, que hacen la vida más fácil. Tienen corrales para soltar a los perros en los parques y un dispensador de papel y bolsas para juntar las necesidades. Muchos detalles así.
• La segregación social. Manhattan es una isla muy controlada. Los indios, latinos, etc., solo sirven para trabajos decadentes.
• La moda.
• La tranquilidad con que manejan y andan por la vida. Disfrutando. No te insultan si cruzás en rojo ni te arriman el auto para pesatear!.
• La cantidad de personas que hablan español; intentábamos hablar en inglés y en un lugar nos preguntaron por qué no hablábamos en español. El 48% habla dos idiomas.
• Los mariachis en el subte!. Surreal. Una mujer les gritaba “eso me gusta chicos!” / “eso está bien”.
• 5 millones toman el subte por día. Hay una diversidad sorprendente.
• Los taxis son amarillos, porque un estudio concluyó que ese color lleva a frenar. Son grandes y en Manhattan frenan sin problemas (no como en las pelis!).
• El Empire State tiene 73 elevadores. La vista es hermosa, se ven los puentes, la Estatua de la Libertad, los taxis con el zoom de la cámara.
• 46 millones de personas visitan New York.