domingo, 1 de agosto de 2010

:: la combinacion ideal!.










Qué se puede decir de un país donde nació la bella Audrey Tautou, una cantante como Edith Piaf y donde vivió un Van Gogh?.
Como muchos saben mi destino preferido y mas ansiado, era la capital del país de la mitad de mis raíces: París!. No hay como la sensación que las expectativas son cumplidas o en su defecto, superadas. Pensé siempre en París como un combo de buena comida / idioma / espacios / música!. Comprobar que todo eso es así sumándole el plus de ciudad con identidad, no perdida en ser cosmopolita, encanta!. En París no solo se hablan varios idiomas y se ve gente de todo tipo, sino que tienen eso: está inmaculada, clásica, pintoresca envuelta con toques de graffitis / calcomanías (arte callejero?). Qué mejor que una ciudad con impronta de personas que vive ahí?.
Los bares son un espectáculo en sí mismo, no solo por lo que todos nos imaginamos, sino porque cada silla en cada bar en cada rincón están ubicados mirando a la calle. No existe sentarse en círculo mirándonos las caras… porque estamos en París! Es para mirar y que nos miren y me parece justo! París merece eso y mucho más.
Me encantó que la ciudad estuviera plagada de detalles y digo por esto, porque muchas de las ciudades turísticas se mantienen inmaculadas para los turistas, como si mostrarse así fuera un don!. Me gustó que tuviera esos detalles de una patita de gato que se repite en muchos semáforos (una calcomanía) o graffitis que dijeran “sardiné” (con tilde en la e, claro!). Porque sentí que la ciudad no ha perdido eso de particular, de “yo vivo acá” y ser expresado en la ciudad, incluso en el centro de París.
Un día salí sola, porque a poca gente le interesa ir a un cementerio (estaba la tumba de Morrison –fui por cursilería!, no soy fan- y Cortázar! –nunca terminé Rayuela, pero como olvidar el personaje de la Maga y la imagen de los peces que salen de la boca cuando se besan? Me eriza!). Ademas, para mí un cementerio refleja mucho más de lo que creemos. En Uruguay serán más o menos hostentosos, siempre se repiten las tumbas hiper cuidadas repleta de flores. Es una visión de la muerte y de la vida. En Paris, un cementerio muy visitado y turístico (te dan un mapita a la entrada con todas las tumbas a visitar!) está bastante descuidado. Quizás solo sea debido a mi manera de ver París, que lo sentí como una manera de apreciar la vida y la muerte. Vaya uno a saber!.
Me encantó andar por París sola, es una ciudad simple para moverse: una trama urbana llena de puntos singulares, carteles indicando esos puntos, avenidas por si uno no ve los puntos, boulevares que seguro están en algún mapa, un metro simple de usar, calles con nombres. Fácil, sin dolores de cabeza. Salir sola, no solo da libertad de hacer al antojo de uno sino que da la posibilidad de acceder a lugares como “uno más”. Ese plus, cuando uno visita lugares, es mágico!. Desde Estados Unidos recuerdo la canción: “haz turisto invadiendo un país, haz turismo pedazo de nabo!” (tiene que ver con otros temas que no vienen al caso en realidad). Antes de llegar al cementerio, encontré un parque, peque;o simple sin mucha gracia lleno de fran ce ses! Genial!. La se;ora leyendo el libro, alguien tirado en el pasto, otro ubicando en un asiento a una vieja que traía en silla de ruedas y mirando mi cámara con asco (claro que ni la toque!). Silencio, algún pajarito.
También encontré por esas casualidades un parque lineal, realizado por donde iban las vías de tren. Los franceses saben disfrutar y eso me gusta. Fantástico verlos despelotados arriba del pasto, tomando sol, armando picnics gigantes, viejos jovénes ni;os. En el parque mucha gente hacienda deportes y ningún turista, todo muy cerca de las chimeneas!. Cerró ese momento una mamá moviendo las manos mientras le cantaba a su hija, en francés claro está, una dulzura.
Luego de París fuimos a Londres. Un lugar prolijo. Con sus detalles rojos por todas partes, buses cabinas telefónicas buzones. Loindres es lo que uno espera. Por suerte, tuve mi día sola: exposición recomendada por mi hermano (me hizo recordar a las entregas del CDI!, nada que envidiar!), estuve poquito en el British Museum y terminé en el Regent’s Park. Y pude dedicarle todo el tiempo que se me antojó. Esperé que parara de llover y salí a recorrer. Es un parque divino, clásico romántico cursi y disfrutable. Lleno de patos cisnes y otros animals que desconozco el nombre. Gente hacienda deportes. Rosas, muchas rosas!.
Ahora estoy en Hamburgo y creo que las grandes ciudades pueden permitirse algunos privilegios sin perder el encanto. A mí me encantó Amsterdam, a mucha gente de mí alrededor no les asombró tanto. Me fascinó ver una ciudad repleta de canales / barquitos / casas medio torcidas! / olor a marihuana / bicis. Me pareció una ciudad con una escala humana, como en París, sentí que podia abarcarlas. Amsterdam combina lo tradicional con una arquitectura contemporánea que estaba esperando!. Ver edificios con proporciones gigantes que logran que uno no se sienta peque;o, con materials “fríos” que se sienten cálidos, eso habla muy bien de la arquitectura!. Las viviendas tienen ventanas como vidrieras, hay que recorrrer y mirar, es divertido. Un portalapiz, algún gatito chusmeando quien pasa, un colgante, algunas flores, mu;ecos, esculturas. Esa exposicion sabida privada pública y asumida con gusto por mostrar algo de uno, me pareció encantador. Como dar algo a cambio de nada.
Estoy feliz de que mis destinos preferidos han sido tan fotogénicos y fascinantes como los esperaba. Y descubrí que las grandes ciudades pueden permitirse cosas. Estambul puede permitirse tener un tren que hace finites cuando pasa / fantástico! / pasa a unos centímetros. París puede permitirse los graffitis, porque tienen un nivel parisino / cobrar cualquier disparate porque es París. Amsterdam se permitió todo eso junto. Y, las tres ciudades preferidas hasta el momento, tienen una cosa en común!. Chan chan chan!. Tsunami de chanes. Estas ciudades respetan a los animales que en Uruguay menospreciamos, yo aún no puedo creerlo: los gatitos se acercan / hay comercios donde la figura diva es un gatito / hay graffitis de gatitos!.
Esta ciudad es fascinante. El Museo de Van Gogh, recordar mis tiempos de pinturas!, de tanto analizar sus obras me emocionó!. Ninguna de sus obras, en mi opinión obvio, tiene desperdicio. Ver las obras en directo, no tiene precio. Las pinceladas, los colores, las formas. Un genio.
Es encantador ver a los holandeses de traje andando en bici, ver como le ponen la impronta personal / un ramo de flores, un canasta, algun pegotín, lo que sea. Me suena a tan humilde y tan grande. Sabido es sobre los coffee shops en Amsterdam. Es impresionante como se siente olor a marihuana en cada esquina. Viejos fumando, jovenes, de traje, hippies, como sea.
Nunca podría vivir en lugares como estos, algunos son hermosos, pero este clima es insoportable. Imaginen un verano gris realmente GRIS!. Con lluvias, prácticamente todos los días!. Ayer hubo sol y cielo celeste, estuve feliz.

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