martes, 4 de mayo de 2010

:: redondeando new york city

Lo tan dicho acerca de que existen tantas verdades como personas creo es así. Existen tantas New York como turistas, como inmigrantes, como buscavidas. Un amigo se siente que un “uruguayo adaptado a un promedio de 4 o 5 pisos en una ciudad donde la principal avenida todavía sigue siendo parte del siglo XX, se siente mas chico, o inadaptado”. Es tan gracioso. Soy uruguaya. Y no solo eso, sino que viví 17 años en una ciudad más pequeña que Montevideo, con “promedio” de altura de edificios de (¿¡ es necesario aclararlo) un piso!. Sin embargo New York no me ha permitido sentirme inadaptada. Al contrario me absorbe y gusta cada vez más. New York puede es conquistadora, te hace sentir parte.
A raíz de ese comentario en el blog necesité que me aclarara. Me dijo que eso de “inadaptado” iba por el lado de que, aquí no se siente “normal”. Y es que en New York cabe todo. Qué sería lo normal en una ciudad cosmopolita?. Ser mexicano? Ser blanco, negro, moreno? Ser indio? Ser neoyorquino? Usar iPOD? Leer en el metro? Amar la ciudad? Qué es ser neoyorquino? Buscar suerte en esta ciudad? Como un marroquí de nuestra habitación. Buscar sexo? Lo más fascinante de esta ciudad ha sido esa diversidad. Se puede usar cualquier cosa, hacer cualquier cosa. Hoy en pleno Soho (barrio de diseño) un tipo se medía con una columna y se comparaba una y otra vez, nadie lo miró excepto yo. Aquí los perros entran a los taxis como uno más. Entran a las tiendas como si fueran un amigo, a tal punto que en algunos lugares es necesario aclarar que no pueden entrar. Entonces, para qué intentar definir algo en una ciudad como esta?.
Manhattan es hermoso. Es limpio, arriba hay gente linda, es ordenado. No desilusiona nunca. Por ejemplo, fuimos a la Estatua de la Libertad y si bien es más pequeña de lo que la muestran y con un color bastante más feo. No decepciona. Porque hay otras cosas que compensan. Así me ha pasado con toda la ciudad, es tan familiar por donde se la mire, que uno va lleno de pre imágenes (quien no conoce los íconos de Manhattan?), de no ser cumplidas hay algo más ahí para distraer la mente. La estatua de la libertad es verde, verde con oxido en algunas partes, no blanca. Así con tantos íconos, los exportadores de Mc Donalds finos por el mundo, tienen los más patéticos y horrendas sucursales en Manhattan. Compensan con un frappé o precios. Algo.
En Manhattan los latinos, principalmente mexicanos, solo sirven (servimos) para servir a los turistas y yankees. Para llenar espacios vacíos en el metro. Es una parte de ciudad tan elite que cada vez que salís te pasan un radar por debajo del auto, te hacen bajar, abren la valija, te superrevisan. Vas a salir por un puente y hay cámaras por todas partes. Manhattan es una excepción. Es tecnología. Es iPAD. Es moda. Es una cáscara. A un par de noches por irme, puedo decir que ya puedo irme. La ciudad me ha gustado, un buen balance, definitivamente es una excepción. Cuando salimos de Manhattan pasamos por Harlem, barrio de negros, una vez más tal cual lo hemos visto en tantas películas!. Un blanco cada 50 negros, negros adornados con cadenas, mujeres con vestidos largos.
En Manhattan es enfermizo ver a todos locos por un iPAD, es patético. Las caritas de felicidad, que dura hasta la próxima gran posible compra. Mientras estaba en Apple se me vinieron a la mente los hippies y sentí nostalgia. Maldición, tengo restos de smog saliendo por mi nariz!.
Cosas que me asombraron en Manhattan:
• La locura por la tecnología. Las expresiones.
• Los perros entrando a los taxis. Y los horribles perros miniatura que pasean.
• Los detalles simples, que hacen la vida más fácil. Tienen corrales para soltar a los perros en los parques y un dispensador de papel y bolsas para juntar las necesidades. Muchos detalles así.
• La segregación social. Manhattan es una isla muy controlada. Los indios, latinos, etc., solo sirven para trabajos decadentes.
• La moda.
• La tranquilidad con que manejan y andan por la vida. Disfrutando. No te insultan si cruzás en rojo ni te arriman el auto para pesatear!.
• La cantidad de personas que hablan español; intentábamos hablar en inglés y en un lugar nos preguntaron por qué no hablábamos en español. El 48% habla dos idiomas.
• Los mariachis en el subte!. Surreal. Una mujer les gritaba “eso me gusta chicos!” / “eso está bien”.
• 5 millones toman el subte por día. Hay una diversidad sorprendente.
• Los taxis son amarillos, porque un estudio concluyó que ese color lleva a frenar. Son grandes y en Manhattan frenan sin problemas (no como en las pelis!).
• El Empire State tiene 73 elevadores. La vista es hermosa, se ven los puentes, la Estatua de la Libertad, los taxis con el zoom de la cámara.
• 46 millones de personas visitan New York.

No hay comentarios:

Publicar un comentario